Siempre digo que las cosas han ido llegando a mi, sin yo buscarlas. No he emprendido largos viajes, grandes búsquedas de sentido, que me hayan llevado a esos lugares donde va la gente, buscando respuestas. Tratando de encontrar una espiritualidad perdida en sus lugares de origen. Un conocimiento, una sabiduría. Lugares como la India, Tibet, Egipto…etc.
Quizás porque ya transité por ellos y ahora he venido a recoger y a cerrar un círculo, un periplo. Con cada una de las personas de esos lugares y de todas las filosofías, religiones y caminos espirituales que han llegado a mi, he tenido visiones de vidas y encuentros pasados. Registros akáshicos, de hechos vividos con anterioridad a nuestra vida presente. Y he sentido y experimentado estos encuentros como puro Dharma.
Esto también ha sido así con el TAO y con las ceremonias de Iniciación al TAO, que empecé a organizar hace ahora ya algo más de dos años. Los maestros y sus acompañantes, llegaron a mi, a mi casa, a mi hogar, de manera “casual”. A través de otra persona, a la que siempre le agradeceré haber cruzado nuestros caminos y dejarme este regalo.
A veces, las mejores cosas ocurren así… Alguien se cruza brevemente en tu vida y te deja un regalo, una bendición… Y quizás ya no la vuelves a ver… Eso forma parte del Dharma.
De ésta forma, recibí una vez más una bendición, para mi y, sobre todo, para mi hogar. Que se convirtió en una “Holy House“. Recibí las 3 joyas del TAO y la bendición que representa llevar esto a muchas otras personas. Muchos son los que han pasado ya por aquí en estos dos años, y mucha la luz derramada sobre todos ellos y sobre mi misma.
En realidad, yo no había leído o navegado profundamente en el TAO… Pero sabía lo que era. O mejor dicho, lo sabían mi alma y mi espíritu. Yo tan solo había oído hablar del TAO, como filosofía o corriente religiosa. Probablemente en la Escuela o durante la carrera. El Tao te ching y Lao Tse eran tan solo elementos conocidos de frases sueltas leídas en algún libro.
Pero desde que empezó la primera ceremonia, todo aquello que fueron haciendo y diciendo me era afín, conocido, resonaba… Y echaba luz sobre muchas cosas que creemos erróneamente… es como cuando lees un libro y dices… “Ahh, claro, esto es así, es esto… y no lo que me han enseñado. Ahora lo entiendo…“. Y escuchar a “un chino” hablar de Buda y de Cristo, en el mismo pack, era otra confirmación más de mi propia experiencia espiritual. Mi diapasón interno vibraba todo el tiempo…
La iniciación y Las tres joyas del TAO
Cuando participamos en una ceremonia de iniciación al Tao, fundamentalmente recibimos un regalo, unas herramientas… Un renacer. ¡Felicidades!
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La Puerta sagrada y el autocultivo.
Cuando recibimos el Tao, recibimos el conocimiento y la activación de la puerta que nos conduce directos a eso que llamamos cielo. Al estado de conciencia despierto y elevado. Representa la liberación del Samsara, de la rueda de la reencarnación. Esta activación, junto con nuestro trabajo y cultivación posterior, de la meditación y el silencio, del mismo modo que lo hacía el propio Buda. Nos conduce a la liberación de los patrones mentales sujetos al sufrimiento, al dolor y el miedo y nos acerca a la felicidad verdadera.
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La contraseña sagrada.
El mantra o la contraseña sagrada, que al igual que las otras joyas, solo se puede dar durante este ritual sagrado que representa la ceremonia de iniciación, en la que son transmitidas por el maestro. Es una frase realmente mágica que nos ayuda a controlar nuestra mente, nuestras emociones. Alejándonos así de las oscuridades y apegos del mundo material. Aunque el significado de la misma no se entrega… es una contraseña…. Con el tiempo y la práctica el significado llega a uno, como el capullo de un loto blanco, que habiendo estado cerrado, se abre en una hermosa flor. Entonces retoma su poder por completo, aumentando la bendición de aquel que la posee.
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El sello sagrado.
Como ellos mismos dicen, los maestros y transmisores de estas enseñanzas. Siempre que hacemos un pacto, firmamos un contrato, que tenemos que sellar y firmar. Y esto es lo que hacemos al recibir y poner en práctica este mudra, que es un sello sagrado. Sellar nuestro pacto con Dios, nuestros votos hacia el TAO. Nuestro compromiso de seguir el camino de la rectitud, la integridad, la compasión, el corazón… De cultivarnos y llevar este mensaje al mundo, no solo con la palabra, sino con nuestros propios actos. Y más allá de eso, nos ayuda a centrar nuestra energía, controlar nuestro cuerpo y sus impulsos inferiores.
Cuando estamos en el TAO… Somos el TAO.
Cuando uno experimenta esto, se da cuenta de la grandeza del TAO… de por qué el TAO es todo, y lo que no es también es TAO… Llevo en el corazón muchas de las emociones y sensaciones experimentadas en las ceremonias:
- la presencia de Madre Kwan Yin, que es uno de los guías o maestros de mi Triada personal y mi propia divinidad personal; De hecho, sé que es ella quien trajo todo esto a mi vida… Quien montó este templo al TAO en mi casa…;
- las luces, los colores envolviendo las velas y el altar…
- la presencia angélica, de seres de luz y amor.
- los guardianes del espacio protegiendo la ceremonia y el lugar…
- Y una sensación que se ha ido haciendo cada vez más notoria, y es que cuando al maestro activa en cada asistente la Puerta Sagrada… ese mismo punto donde les señala a ellos, en mí palpita… vibra… y siento mi conexión con cada una de esas personas.
Siento como les he traído a ese momento. Siento que estoy haciendo el bien, lo que hemos venido a hacer. Servirnos los unos a los otros en Ser, en evolucionar respecto a la ilusión de todas las limitaciones con las que vivimos en este lugar llamado tierra. En volver nuestro verdadero ser.
Si alguien me hubiera preguntado al principio, durante las primeras ceremonias – ¿Sabes lo qué haces cuando invitas a alguien a recibir el TAO?… ¿Por que organizas estas cosas?… – Hubiera dicho – no lo tengo muy claro... Solo siento...- Desde el plano físico, mental y emocional, en el que nos movemos la mayor parte del tiempo, no me llevo “nada”… No hay lucro, porque no es el fin ni el medio. Resulta un follón de gente y esfuerzos adicionales para mi, en intentar asistir a todos, los unos y los otros, con mis recursos a menudo limitados, de tiempo, de espacio, de dinero…
Pero en ese momento de la iniciación y ahora, después de todo lo ya experimentado, mi alma sabe el porqué… Mi alma sabe que en el TAO, uno es el TAO… También sé ahora, que ya anduve por los caminos llevando estas enseñanzas y que mi labor continua actualmente de esta forma. Acercando el TAO a aquellos que están preparados para recibirlo y que están conectados conmigo por algún motivo.
Las bendiciones vienen de arriba…
Podría contar ya unos cuantos hechos milagrosos sucedidos al utilizar estas herramientas maravillosas… A mi y a otras personas. De hecho una de las particularidades del empleo de las Tres Joyas, es el ser una protección ante situaciones calamitosas o desastres naturales. Tal es la bendición de recibir esta iniciación y utilizar estos dones con sinceridad, desde el corazón y el compromiso personal con nuestro verdadero Ser y camino.
Aunque cada uno tiene sus propias experiencias, cada uno tiene su sensibilidad y percepción. Siempre experimento que aquellos que vienen a recibir el TAO viven, como yo, haber recibido un gran regalo de luz, de amor. Un regalo que nos coloca en la gratitud y el sentimiento de bendición. Y todos sabemos que cuando uno se siente agradecido y bendecido, los regalos se multiplican, porque uno está vibrando en sintonía con la corriente de luz, de abundancia. Se sintoniza con ello.
Recibir estos regalos, aprender a usarlos, a hacer el camino, y para mi, en este caso, ser un canal de todo ello… Un sponsor… Es un privilegio. Es el dharma y el camino hacia el propio dharma. Así es como yo lo siento.
Si quieres saber más acerca del TAO, te recomiendo escuchar este audio libro: EL TAO TE CHING. Las enseñanzas del TAO, que se originaron en la antigua China, se basan en dos obras primordiales. El Tao te CHing, escrito por Lao Tse, y el Chan, del cual deriva el Zen, que se extendió posteriormente hacia japón. Y sobre todo, que asistas a alguna de estas ceremonias y experimentes por ti mismo la luz que nos es dada a través de este ritual ancestral y sagrado.
Jenia Dávila
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